Si piensas estudiar negocios internacionales, uno de los primeros conceptos que debes conocer son los tratados de libre comercio. Después de todo, una gran parte de esta carrera se vale de aquellos acuerdos internacionales que nos ayudan a fomentar las exportaciones y facilitar las importaciones. ¿Conoces en qué consisten o cómo funcionan?
Es importante que los conozcas previamente ya que serán el eje del movimiento del comercio internacional en estos tiempos. En el siguiente artículo te mostraremos qué es un tratado de libre comercio y cómo funciona, así como sus efectos en la economía y los mercados financieros. ¿Estás listo?
Tabla de Contenidos:
¿En qué consiste un Tratado de Libre Comercio?
Un Tratado de Libre Comercio (TLC) es un pacto entre dos o más países que tiene por objetivo reducir las barreras arancelarias y no arancelarias al comercio de bienes y servicios entre ellos. Bajo la política de un TLC, es posible comprar o vender bienes y servicios saltando las fronteras internacionales dando las mayores facilidades a perpetuidad ya que son de plazo indefinido.
Los impuestos, aranceles, tasas, subsidios y prohibiciones son muy pocos o nulos previas negociaciones comerciales realizadas por los involucrados, lo cual facilita el intercambio. En líneas generales, el concepto de TLC se opone a la idea de proteccionismo comercial y aislamiento económico; siendo esto parte de la globalización internacional.
¿Cómo funciona el TLC?
Las políticas del libre comercio son implementadas a menudo por medio de un acuerdo que debe ser mutuo y formal entre los países involucrados. Funcionan como estrategias comerciales de índole internacional a fin de aperturar la oferta exportable en los países. Sin embargo, también puede ser simplemente la ausencia de cualquier restricción comercial.
Hoy en día, los Gobiernos no necesitan tomar acciones específicas para promover el libre comercio. Esta postura más laxa es comúnmente referida como comercio laissez-faire o liberalización comercial.
TLC no implica la pérdida de autonomía
Es importante notar que los Gobiernos que han establecido políticas o tratados de libre comercio no necesariamente pierden todo el control sobre las importaciones y exportaciones ni eliminan todas las políticas de protección. De hecho, dentro de los tratados modernos, muy pocos resultan ser completamente libres en la práctica.
Por ejemplo, un país podría permitir el libre comercio con otra nación, lo cual no impide que se establezcan excepciones expresas. Así, se puede prohibir la importación de medicamentos específicos que no se encuentran aprobados por sus regulaciones, animales que no han sido debidamente vacunados o alimentos procesados que no cumplen los estándares.
Cada documento de TLC involucra las condiciones para que se presten las comercialización bajo este tipo de tratados.
De igual forma, siempre existe la posibilidad de que un país remueva el estado de libre de impuestos a ciertos productos importados específicos a fin de proteger a los productores locales de la competencia con grandes empresas internacionales.
La economía de un TLC
En principio, el libre comercio a nivel internacional no es diferente al que se da entre localidades internas dentro de un mismo país. Sin embargo, esto permite que las empresas en cada nación se enfoquen en producir y vender bienes que hagan un mejor uso de sus recursos.
Al mismo tiempo, otros estados importan bienes que son escasos o no se encuentran disponibles a nivel doméstico. Con la mezcla de producción local y el comercio internacional, se logra que la economía experimente un crecimiento más rápido mientras que también se satisface de mejor forma las necesidades de los consumidores.
Esta perspectiva fue popularizada inicialmente por el economista David Ricardo en su libro de 1817 Principios de economía política y tributación. En él, se argumenta que el libre comercio expande la diversidad y disminuye los precios de los bienes disponibles en un país. Además, se explotan de mejor forma las habilidades especializadas, los conocimientos y los recursos locales.
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TLC y la perspectiva de los mercados
Los mercados financieros ven a los tratados de libre comercio como una oportunidad para abrir otra parte del globo a los productores locales, dando mayor competitividad a los países y posicionamiento comercial. Además, los TLC forman parte integral del sistema financiero y el mundo de la inversión, al mismo tiempo que generan mayor empleo.
Los inversores locales tienen acceso a la mayoría de mercados extranjeros, así como una gran variedad de divisas, valores y otros productos financieros. Además, el proceso se intensifica en la medida que se desarrolla nueva tecnología en negocios internacionales.
Ejemplo de Tratado de Libre Comercio
La Unión Europea es un gran ejemplo del libre comercio actual. Los países miembros forman básicamente una sola entidad sin fronteras. Además, el hecho de que la mayoría de naciones adopte el Euro hace que el proceso sea más fácil y lo lleva un paso más allá.
Es necesario resaltar que este sistema se encuentra regulado por una burocracia que tiene centro en Bruselas. Desde allí, los representantes de cada país se encargan de gestionar los diferentes problemas que pueden surgir.
En el caso de Perú cuenta con 21 acuerdos internacionales, 5 por entrar en vigencia y 5 en negociación actual; el primer acuerdo firmado con EEUU en Washington D.C el 12 de abril de 2006 quien nos aperturó la oferta exportable a los EEUU, posicionó gran parte de nuestros productos peruanos.
Ahora conoces qué es y cómo funciona un tratado de libre comercio. Como puedes ver, se trata de un concepto íntimamente ligado a los negocios internacionales. Mientras más investigues sobre los diferentes detalles que componen tu carrera, mejor preparado estarás en el campo profesional.
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