En el entorno de los negocios internacionales encontraremos formas diversas para incentivar y facilitar la producción, comercialización y adquisición de productos y servicios, para empresas exportadoras o importadoras, entre estas formas hallamos los mecanismos de financiamiento del comercio exterior, en su gran mayoría desarrollados y ofrecidos a través de las instituciones financieras.
Observaremos que las empresas exportadoras tienen necesidades diferentes a las empresas importadoras, debido a que las motivaciones comerciales de los ofertantes son distintas a las de los demandantes, así como las prioridades en los procedimientos inherentes a los vendedores son opuestas a aquellas inherentes a los compradores.
Adicionalmente, en el comercio internacional, la distancia geográfica, el tiempo de travesía de las mercancías y los usos y costumbres comerciales de los exportadores y de sus clientes, y de manera similar de los importadores y sus proveedores, pueden generar dudas o riesgos por la ocurrencia de incumplimientos en lo acordado.
Ambas partes en una negociación deben considerar que en comercio internacional existen procesos que escapan del ámbito de control de la empresa causando incertidumbre acerca del momento de pago para el exportador y al momento de la entrega para el importador.
Para expresarlo de otro modo, los exportadores tendrán recelo de cualquier venta hasta que reciban el pago. Por esta razón, los exportadores prefieren recibir estos pagos tan rápido como sea posible, y preferirán que se realicen al momento del pedido o antes del despacho de exportación.
De manera similar, los importadores tendrán recelo de cualquier compra hasta que la mercadería sea recibida. Por ello, los importadores prefieren demorar estos pagos tanto como sea posible, y preferirán recibir la mercadería antes y pagarle a su proveedor una vez revendida, habiendo generado los ingresos suficientes.
Para minimizar ese riesgo de solvencia en el momento de cobro, mitigar ese riesgo en la entrega de la mercadería y optimizar costos operativos que aplicarían a cada parte, es importante una adecuada elección del medio de pago bancario internacional, que a su vez permita sustentar algún requerimiento de financiamiento de las empresas.
En el financiamiento del comercio exterior, las empresas requieren cubrir alguna necesidad de capital de trabajo que sería destinada a: 1) producir mercadería a ser exportada, 2) obtener liquidez por una venta a crédito, 3) contar con fondos para pagar a un proveedor o 4) pagar algún servicio relacionado al comercio exterior.
Para cubrir dichas necesidades de fondos de corto plazo, las entidades bancarias brindan facilidades financieras de tipo convencional y no convencional. Las convencionales requieren la aprobación de evaluaciones crediticias documentadas y sustentadas por la empresa solicitante, sea esta exportadora o importadora.
Estos financiamientos del comercio exterior de tipo convencional tienen procesos y procedimientos ampliamente conocidos como son: el desembolso del préstamo, el plazo de devolución del préstamo, la tasa de interés aplicada al préstamo y el monto de intereses a pagar al finalizar el plazo del préstamo.
Para las empresas exportadoras, es importante obtener un financiamiento que permita adquirir insumos o materia prima y demás para la fabricación de un producto, el empaque, embalaje y, finalmente, proceder con el despacho al exterior. Esta modalidad de préstamo previo al embarque la denominan Financiamientos Pre Embarque.
Otra modalidad es denominada Financiamientos Post Embarque, en la que el préstamo solicitado por la empresa se sustenta en las ventas al exterior a plazo o a crédito, y tiene como finalidad otorgar liquidez suficiente a los exportadores para que continúen con sus procesos de producción y despacho hasta que reciba el pago de las cuentas por cobrar.
El Financiamiento de Importación está dirigido a las empresas que adquieren productos o insumos de proveedores en el exterior, permitiéndoles pagar por adelantado sus compras o ampliar sus cronogramas de pago o convertir sus créditos comerciales en préstamos bancarios. Aplicaría también para liquidación de Derechos de Aduana.
En los financiamientos de comercio exterior de tipo no convencional se debe validar el cumplimiento de una mayor cantidad de requisitos, debido a que son operaciones con un grado mayor de complejidad, de riesgo y que pueden ser menos rentables para algunas empresas exportadoras o importadoras.
Es el Factoring internacional uno de estos tipos de financiamiento no convencionales para empresas exportadoras, y alterno al financiamiento post embarque, donde una entidad adquiere las cuentas por cobrar del exportador, debidamente aceptadas por el importador, actualizando su valor neto al aplicar una tasa de descuento.
El grado de complejidad de estos financiamientos no convencionales es el cálculo de la tasa de descuento a aplicar en la actualización del valor, que será directamente proporcional al grado de riesgo en el cumplimiento de pago del importador o aceptante de la cuenta por pagar y al entorno comercial en el que desarrolla sus negocios.
En los usos y costumbres comerciales internacionales, y por el grado de complejidad en el cálculo de dichos riesgos inherentes a la solvencia y al entorno del importador en el exterior, se han desarrollado variantes al factoring, evitando adquirir las cuentas por cobrar del exportador, facilitándole sólo montos menores en forma de adelantos.
Otro de estos tipos de financiamiento no convencionales para empresas exportadoras es el Forfaiting internacional, similar al factoring y también alterno al financiamiento post embarque, donde una entidad adquiere las cuentas por cobrar del exportador, ya debidamente aceptadas y además con respaldo solidario de otra entidad muy reconocida, actualizando su valor neto al aplicar una tasa menor de descuento.